miércoles, 19 de junio de 2013

Con los mismos ladrillos

CON LOS MISMOS LADRILLOS
UNA HISTORIA PARA ACABAR LOS 80
JOSE PÉREZ| 19 JUNIO 2013
@jose13bis on twitter

Junio de 1990. Isiah Thomas se dirige desde una plataforma montada en la Hart Plaza de Detroit a los más de 200.000 aficionados que desde primera hora de la tarde abarrotan las calles de la capital del Condado de Wayne. Solo la muerte del padre de Joe Dumars y unas acusaciones del FBI al propio Thomas, a raíz de unas supuestas apuestas clandestinas, empañan  las celebraciones.

Thomas & Bird
En cualquier caso, tristezas y polémicas a parte, la celebración es fiel reflejo de la consolidación de un cambio que llega a la par de la nueva y última década del siglo XX.

 I. THOMAS: -dirigiéndose al público- Mientras realizábamos el desfile, he visto como muchos de vosotros hacíais la señal de "3" con los dedos. Sólo diré que esperamos estar aquí de nuevo el próximo año, el mismo día y a la misma hora.
Las crónicas de 'Superbasket' se aventuran a proclamar, salvo sorpresa, a los nuevos reyes de los primeros noventa. Esos a los que atribuyen una mezcla imbatible, la de una las mejores defensas de la historia y uno de los mejores ataques de la liga.

JORGE QUIROGA : No será nada sencillo que en los próximos años surja una potencia capaz de destronar a los actuales campeones de la NBA. Al menos ésa es la impresión que queda después de presenciar el desenlace final de esta temporada 1989-90. Chuck Daly ha dotado al equipo de una identidad en la pista fuera de lo normal. A su famosa defensa, impenetrable y férrea donde las haya, el 'viejo zorro' ha elaborado un sensacional ataque, no por lo intenso, sino por lo efectivo. (SUPERBASKET Nº39 4-7-1990)

Si nadie cuenta entonces con Michael Jordan para destronar a los Bad Boys, menos aun se cuenta con los viejos Boston Celtics en los que Fitch y KC Jones habían dejado paso a dos temporadas de Jimmy Rodgers, una decadente manera de afrontar el futuro sin querer dar un paso al frente.

Y es que Rodgers no parecía ser más que la versión moderna de Fitch. Su primer puesto lo tuvo como asistente suyo en la Universidad de Dakota del Norte, donde dos años más tarde ocupó su lugar raspando el 50%  de victorias (33-30) en las tres temporadas que se mantuvo en el puesto.

En 1971 inició su longeva carrera en la NBA, 9 años como asistente de Fitch en Cleveland y, desde 1979 en Boston, 8 años más como segundo del propio Fitch y KC Jones. Nets y  Knicks lo habían tentado para ser su entrenador jefe, pero su aguante -rechazó ir a Nueva Jersey- y el de los Celtics, que pidieron una importante suma de dinero a los Knicks, frustraron un cambio de aires.

Cuestionado desde el primer día, el nuevo entrenador, que había acabado su primer año barrido en primera ronda por esos mismos Pistons campeones y con el peor récord de la franquicia en los últimos 10 (42-40) contaba con el beneficio de la duda merced a una irrefutable coartada, la de la lesión de Larry Bird.


Operado de ambos talones el 19 de noviembre de 1988, al de Indiana no se le esperaba hasta el mes de marzo, pero lo cierto es que aquella  temporada solo pudo disputar 6 partidos, los primeros de la temporada del adiós de Danny Ainge que, sin dejar sonar la campanita del deadline, llenaba unas viejas maletas y se marchaba rumbo a Sacramento junto a Brad Lohaus . A cambio , si me apuran, llegó la segunda coartada de Rodgers, Ed Pickney y Joe Kleine.

Coartada venida a menos cuando se divisó una cierta mejoría con ellos en el equipo, por cierto.

JIMMY RODGERS : No tenemos que acelerar en exceso la recuperación de Larry, pero tampoco es que nos hayamos planteado no clasificarnos solo con el fin de disponer de una buena  elección en el draft universitario del próximo año (marzo 1989)

Hablamos del año en que Brian Shaw debutó en la liga. Un año más que correcto en el que dejó a todos contentos hasta que llegó el verano y con él lo que nadie esperaba, un millorario contrato de un año (+ otro opcional) con Il Messagero de Roma.

Primera decepción antes de la segunda: Dino Radja.

Elegido en la segunda ronda del Draft de aquél año, el balcánico llegó a firmar con Boston sin antes desligarse contractualmente de una tirante Yugoplastika que acabaría por recibir una indemnización de $800,000 por duplicidad contractual.

Segunda decepción antes de las subsiguientes, y es que lejos de llamar a la esperanza, el principal reclamo de Boston fue hacerse con los servicios de Charles Smith y John Bagley.

Con este panorama, solo el gran año de Reggie Lewis y la vuelta de Larry esperanzaba a los verdes, pero las cosas no empezaron bien para Bird que, aun en el summer camp, a finales de julio, volvía a lesionarse, ahora de la espalda.

Bird estaba cerca de su propia canasta cuando chocó con Upshaw, una mueca de dolor y seguida de un minuto más de juego hasta que tuvo que dejarlo. Fractura de la apófisis transversa de la espalda baja.

Reposo, masajes, medicación, estimulación eléctrica y hielo durante 4-6 semanas. Bird se volvía a Indiana.

Pese a los infortunios, Bird comenzaría la temporada con una incómoda normalidad. Incomodidad que procedía más del banquillo que de su espalda.

Acostumbrado a la plena libertad que antaño le ofreció el viejo esquema de KC Jones, el 33 acusó a Rodgers de limitar sus tiros y consecuentemente su juego. En palabras del periodista Clemson Smith, el de Indiana opinaba que 'el juego colectivo impuesto por Rodgers disminuía el potencial de los Celtics y, en ocasiones, desafiaba abiertamente al entrenador al realizar docenas de lanzamientos a lo largo de un partido'.

Rodgers dialogando con Bird.
Si bien no sabemos si Rodgers tenía algo en contra de Bird,  si lo es que su gusto por el juego rápido en nada beneficiaba a una vieja guardia que bien podía ver en Lewis, Gamble o Pickney -que ya había desplazado a McHale al papel de sexto hombre- como una alternativa a su legado.

El 20 de diciembre de 1989 Steve Bulpett del Boston Herald publicaba un artículo que culpaba a la estrella de Indiana de ser la mecha de una bomba por estallar en el vestuario de los Celtics.

"Nos está hundiendo" afirmaba un compañero de forma anónima.

Aquella noche Boston recibía a Utah en casa y 40 puntos de Larry para ganar a los Jazz fueron más que suficientes para que el Garden se posicionara de su lado.

Habló en la cancha y ante los micrófonos de WBZ, algo poco común.

LARRY BIRD: Sé quién me criticó y es un cobarde. Siempre he pensado eso de él, por eso no le doy importancia. Siempre ha sido un derrotista, nunca ha demostrado tener coraje y nunca podrá cambiar.

Todos coincidieron entonces que ese 'cobarde' no era otro que Jim Paxson, compañero universitario de Bulpett .

Bird se sentía el líder de un equipo que tenía a su cabeza visible en la cancha, no en el banquillo. Lo que pasaría con Dennis Johnson, en su último año como profesional, no fue más que otro pulso a Rodgers, uno más.

John Bagley parecía contar con la aquiescencia de Rodgers, que lo mantuvo de salida en 8 de los 11 primeros partidos hasta que el 21 de noviembre se lesionara en su hombro izquierdo, perdiéndose los siguientes 22 partidos de la temporada.

Ya con Bagley en el equipo, el 13 de febrero de 1990 tras 13 largos días de descanso por el parón del All Star, Boston iniciaba ahora otros tantos de intenso trabajo. 8 partidos en el Oeste que abrían fuego en Houston de nuevo sin Dennis Johnson de partida. El equipo ganó, pero más gracias a los 38 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias de Bird que a la influencia en el juego de John Bagley. DJ jugó 11 minutos antes de que el equipo viajara a San Antonio, donde los Spurs de David Robinson esperaban a unos Celtics que volverían a salir con Bagley de partida.

Tras un desastroso primer cuarto, que acabó 35-22 a favor de los tejanos, Boston remontó el vuelo gracias al acierto de Reggie Lewis (24 ptos con una serie de 11/16 TC) y los 20 puntos, 12 rebotes y 7 asistencias de  Larry Bird.

De alguna manera Larry sentía que había tenido que salir al rescate de una decisión que en nada compartía. Dos partidos con Bagley y dos victorias para comenzar una gira en la que DJ solo había dispuesto de 19 minutos.

Y pese a las victorias,se dice que eso no gustó a Bird, que hizo lo necesario para devolver la titularidad a Dennis Johnson. Tal es así que, de nuevo con DJ de partida, Boston perdería sus 4 siguientes partidos de la Gira -incluyendo derrotas por 19 y 21 puntos en Portland y Phoenix-, pero DJ seguiría junto a él en la partida.

La sombra de la sospecha perseguiría a Larry por aquellas extrañas decisiones de un Rodgers que acabaría por perder el principio de autoridad sobre un equipo sin timón.

Y en medio de ese ambiente bélico, Boston acabaría segundo de la Atlantic superando las 50 victorias (52-30). Más que aceptable hasta que se volvió a caer en primera ronda, esta vez ante los Knicks (3-2) dejando escapar una ventaja de 2-0 .

Con Larry y sin coartadas.

Y sin ellas, pese a las 52 victorias y ser elegido entrenador del mes en abril, el adiós de Rodgers era un secreto a voces que Jan Volk se encargó de hacer público.

JAN VOLK: Este ha sido un momento muy difícil y difícil para todos nosotros. Sentimos que teníamos que hacer un cambio y, en interés de todos los involucrados, sentimos la necesidad de hacerlo lo más rápido posible.

STU JACKSON (Entrenador de los Knicks en ese momento):  Esto apesta. Creo que todos los entrenadores lo sentimos por Jimmy Rodgers. El mensaje que se nos envía es que ganar 52 partidos durante la temporada regular no significa nada. 

Nada si tienes a la estrella de tu equipo en contra, me permito añadir. 

Uno de los más críticos con la situación que vivía el equipo fue el mítico periodista del Globe Bob Ryan:

BOB RYAN: Nunca ha habido una situación como ésta. Los equipos deportivos en ocasiones terminan con dos iconos del envejecimiento, lo que sucede en muy raras ocasiones. Los Celtics son el primer equipo en tener tres. (...) La verdad es que en este punto el trabajo de entrenador de los Boston Celtics es uno de los peores en el deporte. El tipo al que debería felicitar no es al nuevo entrenador, es al viejo.

El dilema ahora ese recambio. Disyuntiva que deberían afrontar Red Auerbach, (Larry Bird) y el recién aterrizado Dave Gavitt.

JIMMY RODGERS: Tengo una buena imagen de mi mismo. Obviamente, cuando te desplazas 15 o 17 centímetros -desde la posición de segundo entrenador a la de entrenador principal-, la silla se pone un poquito más caliente. Y se nota. Pero tengo que decir que estoy satisfecho con mi trabajo en los dos años como entrenador en Boston. Lo que aprendí allí es que mi sistema es válido (Declaraciones realizadas en 1992, antes de fichar como entrenador de los Wolves)

Auerbach y Bird tenían un único candidato: Chris Ford. Hombre de la casa, compañero de
Bird en sus inicios y a la sombra de la vieja escuela del Garden en los banquillos. A su favor en las apuestas que había subsistido al despido de Rodgers, algo que no podía decir otro de sus ayudantes, Jenny Van Emman.


Continuismo pero al gusto de la estrella.

Sin embargo, Gavitt tenía otros planes. Con mucho baloncesto universitario en la cabeza, no en vano acababa de dejar el cargo de comisionado de la Big East, su preferido era Mike Krzyzweski, con el que incluso se llegó a anunciarse un acuerdo total.

Hasta que, quizá influido por la presión de la vieja guardia, todo cambió:

DAVE GAVITT: Hemos mantenido negociaciones con los dos entrenadores de manera simultanea, pero tanto Red como yo nos inclinábamos por Ford porque tras su experiencia en el equipo conocía mejor nuestras necesidades. Si con Ford hablamos 30 horas, con Mike lo hicimos 11. Estamos muy satisfechos con nuestra decisión porque Chris (Ford) es un verdadero Celtic, como ha demostrado de jugador y de Assistant coach. Ahora debemos darle unas semanas para ver cuáles son nuestros puntos débiles y solucionarlos
RED AUERBACH: Cambiar por cambiar nunca ha sido bueno. Ésa siempre ha sido mi filosofía. No se puede actuar precipitadamente.
CHRIS FORD: Quiero trabajar duro ahora para recuperar el tiempo perdido. Estudiaré lo que nos conviene y luego obraremos de acuerdo a nuestras posibilidades



Páginas de El Mundo Deportivo (12/06/1990)

Y en un verano marcado por la polémica, parte de la prensa y aficionados optaban por romper del todo con el pasado más reciente, y eso incluía a Larry Bird. Empezar de cero con una auténtica reconstrucción, lo que nos devolvía nuevamente al punto de partida del verano anterior. Shaw y Radja. 

El primero, tras no pocas complicaciones, acabaría por volver un año a Boston, al segundo no se le vería jugar un partido oficial en la NBA hasta el 5 de noviembre de 1993.

Días en los que nadie se libraba de salir en las quinielas. McHale y Parish sonaron como jugadores de los Seattle Supersonics, equipo al que iba a entrenar un KC Jones que ardía en deseos de contar con sus viejos conocidos. Y tanto sonó la historia de Parish en los Sonics, que se vio obligado a reconocer que KC Jones se había puesto en contacto con él para hacerse con sus servicios, algo que rechazó en base a que "Boston me necesita, aun no tienen un pívot de garantías que pueda sustituirme"

Ambos siguieron ese año, lo que no ocurrió con Dennis Johnson que, tras 7 magníficos años en Boston, ya había anunciado que ese iba a ser el de su despedida.

En la recámara junto a Shaw esperaba Dee Brown, el mejor de una terna de novatos que completaban S. Vrankovic y A.J. Wynder. El acabóse.

Mientras, Larry se refugiaba en Indianápolis, donde un año más celebraba su "Larry Bird All Star Classic Sunday", con el fin de crear becas de estudio en su estado natal. En un ambiente de fiesta se formaron dos equipos, el blanco y el rojo, del que formó parte un Larry que, con 27 puntos, dio muestras de su calidad en tiempos difíciles.

Tiempos en los que Isiah Thomas se dirigía desde una plataforma montada en la Hart Plaza de Detroit a los más de 200.000 aficionados que desde primera hora de la tarde abarrotan las calles de la capital del Condado de Wayne. 


FUENTES
  • SUPERBASKET. Hemeroteca
  • GIGANTES DEL BASKET. Hemeroteca
  • HOOP. Hemeroteca
  • SUN SENTINEL. Hemeroteca
  • CHICAGO CHRONICLE. Hemeroteca
  • EL MUNDO DEPORTIVO. Hemeroteca
  • "La Leyenda verde. Historia de los Boston Celtics" Antonio Rodríguez y Juan Francisco Escudero. 2009
  • "Larry Bird ya no es intocable". Clemson Smith. EL PAIS 07/02/1990
  • "DRIVE". Larry Bird. 1989

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