Pre Season 2011/12: BOS@TOR | Ese otro partido que se jugó en casa

    

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Lo tenía grabado a fuego. 18 de diciembre de 2011 a las 19.00 horas peninsulares en Toronto. Mi Google Calendar y el calendario de la cocina lo siguen atestiguando... Pero allí estaba yo, en la calle, buscando una tortuga de peluche a poco más de una hora para que comenzara el encuentro. Hablamos de la famosa “tortuga viajera”, esa tortuga, oso, perro lobo, búho o ardilla que ronda por todos los colegios y un fin de semana al año la casa de una “afortunada” familia. La misma que debe acabar su experiencia plasmando en un cuaderno lo mucho que ha representado ese animal de peluche en sus vidas.

Bien, localizada la tortuga y subida a casa de mi suegra para respiro de todos, ahora el cometido era otro. Salir de allí. El tic tac del reloj se aceleraba más que el ritmo cardiovascular de Jeff Green. Sudoroso, estaba asistiendo en silencio a un pase de modelos infantiles en un programa de la Campos del que ni siquiera conocía su existencia.

Finalmente, y a 10 minutos para el comienzo del choque, mi señora esposa decidió que la visita de cortesía había llegado a su fin. En verano no habría mayor problema, un adiós, un par de besos de las niñas a sus abuelos y ascensor. Pero estamos en diciembre, en Guadalajara. Y mis hijas tienen más capas que el ropero de la Marvel, lo que retrasó un tanto la salida, aunque afortunadamente la casa de mis suegros no está demasiado alejada de la mía.

(Importante: Especialmente esta última afirmación  jamás debe sacarse de contexto)

Ya en casa, el problema era encontrar un punto intermedio entre lo inaccesible para una niña que sueña con teclear “Princesas” en el YouTube de tu portátil y lo accesible para el ojo humano. Localizar un link decente es un problema menor para los que se suele encontrar el “Padre Nba”, una especie en peligro de extinción. Acabé por lograrlo y de reojo, mientras asistía a mis quehaceres domésticos, la primera alegría. Marquis en el quinteto. Grandes problemas, grandes soluciones y Marquis ha demostrado que lo es. Su primer partido tras aquél choque con Arenas que le hizo salir en camilla del Garden y 11 puntos para El rastas. Desde el banquillo lo miraba Michael Sweetney con un chándal tan adherido al cuerpo que creí ver al primer hombre negro en tatuarse la indumentaria de los Celtics. Y poco más, alguna acción meritoria de Ray, una asistencia marca de la casa Rondo para Bass y nuevo contratiempo…

La segunda mitad estaría marcada por los vómitos de una de mis hijas, algo que desencadenó como un Efecto Mariposa,  una alarma aun más importante. Al ir a bañarla comprobé horrorizado como el agua estaba más fría que la minga de Jack Sikma. Llamé a Gas Natural. Afortunadamente pago religiosamente 10 € mensuales para estos menesteres, pero mi dinero no evitó que el Show estuviera ya montado y el partido concluso y para pinchar en los Highlights.