Por José A. Pérez ● @jose13bis
@_labutaca
10 Octubre, 2013
Tras dos partidos de pretemporada todos empezamos a hacer nuestras cábalas de quién saldrá de inicio, quien será el backup de quién, quien pintará poco y quién nada de nada. Lejos de hacer caso a los resultados, el mes de octubre sirve para entender, practicar, errar y mejorar. Más aun cuando hablamos de un grupo con casi la totalidad de su cuerpo técnico y plantilla recién aterrizada en el Logan Airport.
Ni deben preocupar los resultados, ni el juego grupal ante adversarios que, mejores o peores, juegan con ciertos automatismos que solo otorga el paso del tiempo, algo que ni Coach Stevens puede inventar, ni Wyc Grousbeck comprar.
Automatismos que empiezan en el base puro y acaban en el pívot nato, algo de lo que careció Boston desde el momento en que se lesionó Rondo y enfermó la madre de Milicic, algo que propició un baile de números. Doses tratando de jugar de unos, con verdaderos unos enfrente, y cuatros que simulan jugar de cinco, con cincos reales de siete pies delante.
Y cuando uno juega a lo que no es, lo complicado ya no es sobresalir, sino no desentonar.
Con la luz de Rajon Rondo brillando en el horizonte, Brad Stevens parece confiar inicialmente en Avery Bradley para el puesto de base. Pero ni le salió bien el lunes ante los Raptors, ni el miércoles ante los Knicks. Notable como siempre en defensa, evidenció una mejora en su tiro. Y en eso ha destacado, no en la conducción.
Lo mismo podríamos decir de Jordan Crawford, el backup que Stevens parece tener preparado para Bradley en una posición en la que ambos aspiran a no desentonar.
Y desde el banquillo, dominando el concepto, Phil Pressey.
Con su presencia anunciada por los medios 'gracias' a la ausencia de Jordan Crawford, todos esperábamos volver a ver un base jugando de base en Boston casi un año después. Y mereció la pena esperar, porque no solo no desentonó, sino que tanto subió los tonos que por poco nos da el partido en un final loco que supo leer como lo que es.
13 puntos, 7 asistencias sin pérdida con un 80% TC. Algo que nadie ha conseguido en partidos de Regular season o playoffs desde que tenemos datos (1985-86), él lo logró la noche de su debut.
Es lo que pasa cuando se juega a sobresalir.
Phil Pressey & Faverani (Fuente: ESPN) |
Y no hizo falta demasiado.
Ganas -muchas, por cierto-, presencia física y hacer lo que se le presupone, bastaron en lo que ya habíamos olvidado, un pívot en Boston jugando como tal.
Bloqueo al base, mano en alto, recibir y anotar cerca del aro. Bloqueo al base, mano en alto, recibir y anotar cerca del aro. Bloqueo al base, mano en alto, recibir y anotar ...
El resultado se plasmó en 11 puntos y 6 rebotes en menos de 21 minutos, algo de lo que solo KG (en dos ocasiones) y Randolph y Sully (en una) pudieron presumir a lo largo de toda la temporada pasada.
Automatismos que empiezan en el base puro y acaban en el pívot nato, por muy jóvenes o desconocidos que éstos sean.
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