Por José A. Pérez ● @jose13bis
7/10/2013
Estaba en juego evitar el peor arranque en la historia de la franquicia y el equipo no falló. Y no lo puso nada facil Utah en un arranque que dejó a Boston con un triste triple de Jordan Crawford en el jumbotron mientras ellos sumaban y sumaban hasta llegar a 16.
La necesidad de experimentar algún cambio y las últimas declaraciones de Wallace en las que venía a decir que 'necesitaba saber lo que se esperaba de él' dieron con su culo de inicio en el banquillo por primera vez esta temporada. A cambio, cambios en el backcourt con Crawford jugando de base y Bradley de dos.
Mínima revolución que se tradujo en un desconcertante inicio de 3-16 basado en el acierto de Hayward y el poderío interior de Kanter y Favors, que hacían de Faverani lo que se les antojaba.
Coincidencia o no, fue ver de nuevo a Pressey en una cancha de baloncesto y empezar a engrasarse el equipo. Dos canastas de Jeff Green, que siguió asumiendo el protagonismo que se le presupone, y un par de triples de bienvenida de Wallace cerraron una mínima desventaja de 3 puntos al final del primer cuarto (26-23)
El inicio del segundo cuarto fue el que confirmó que con Pressey la bola corre más rápido y hacia el punto más débil de las defensas contrarias.
@43falin , un butaquero con Emily |
De ahí al descanso la sinfonía verde coincidió con la nulidad de unos Jazz que acumularían más de 5 minutos sin anotar un solo punto, cerrándose el cuarto con un parcial de 8-27 para los
locales.
locales.
Tras el descanso una tónica muy similar en ataque, anotando 34 puntos en el tercer cuarto, aunque bastante más permisivos en defensa.
Maravilla ver como Brandon Bass lo intenta al poste, Jeff Green anota desde fuera con la facilidad de un pequeño o Sullinger y Olynyk se parten la cara por un rebote ofensivo.
No hay que mirar mucho tiempo atrás para ver a unos Celtics que no es no cogieran rebotes en ataque, es que Rivers 'prohibía' perder el tiempo en ello. Baste ver un vídeo de hace seis meses para comprobar que cuando un balón de Boston volaba hacia el aro, gran parte del equipo reculaba al aro propio para evitar desproteger la defensa.
Ahora se cogerán o no, pero se lucha por ellos.
En un equipo plagado de limitaciones en la pintura, se juega al poste como hace años no se veía. Y no hablo por ayer, hablo por lo visto desde el primer partido de pretemporada ante los Raptors. Juego al poste, rápidas transiciones y bolas de un lado a otro.
Rivers podía ser el mejor mentor para los chicos, pero hay que reconocer que el juego de los últimos dos años no lucía por su variedad de recursos. Tiros lejanos como recurso principal, poco (nada) juego de espaldas al aro y un ritmo pausado de un sacrificado Rondo en aras a adaptarse a los treinta y muchos de Pierce y Garnett.
Pero volvamos al partido, porque tras mandar por 25, Utah bajó de los 10 de manos de un gran Hayward que acabó como máximo anotador del partido con 28 puntos. Un parcial de 15-3, muy similar al que dió apertura al partido, hacía que el mismo Garden, que minutos antes rugía, ahora gritara D-FENSE.
Por suerte o por Bass, porque hay que reconocérselo al chico, ahí se quedó la cosa y Brad Stevens, al que enfocaban las cámaras de Comcast Sports al acabar el partido, lograba su primera victoria en el circuito profesional.
@_labutaca ojo @tonypains is in da House !!!!! justo encima de la gorra del policía atento al triple de Green pic.twitter.com/XekQFMbxZT— SoyUnCeltic (@maquinadehuesos) November 7, 2013
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